Las familias y el comedor
La comunicación y la coordinación entre la familia y los/as responsables del comedor es de gran importancia. La interlocutora principal por parte del colegio es la coordinadora del servicio.
Las incidencias diarias del alumnado durante el horario de comedor son comunicadas por el equipo de monitores/as a la coordinadora del servicio, quien se encarga, según considere oportuno, de comunicárselo a los/as tutores/as y a las familias. Todo el alumnado que utiliza el servicio de comedor recibe trimestralmente, junto a la información docente que le entregan los/as tutores/as, un informe del comedor en la que se especifica: hábitos de higiene y alimentación, hábitos sociales y de relación con el entorno, costumbres alimenticias, etc.
Al buen funcionamiento del comedor también pueden contribuir las familias:
Leyendo con sus hijos/as los menús que se envían desde el colegio. |
Valorando si la información facilitada por el centro es comprensible. |
Observando la variedad, la combinación y la aportación nutritiva de los alimentos del menú escolar. |
Ayudando a entender los productos que se dan en cada temporada y, con ello, los cambios estacionales que se producen en el menú. |
Organizando en casa el resto de las comidas de manera que completen una alimentación equilibrada. |
Avisando por escrito, y bajo prescripción médica (presentando el informe correspondiente), al servicio del comedor cuando sea necesario administrar al alumno/a una menú especial. |
Ayudando al alumnado a aceptar y asimilar su incorporación al comedor, así como a su funcionamiento. Asumiendo conjuntamente las diferencias entre una cocina y un espacio que ofrece un servicio de comedor para unos quinientos comensales y una cocina familiar. |
Siendo sensibles al esfuerzo que realiza el personal de la cocina y del comedor, y reforzando críticamente su labor. |
Controlando los alimentos y “chuches” que su hijo/a lleva al colegio, así como el dinero para consumir en la cafetería. |